DON MANUEL BAEZA BAEZA
Boleros, paso doble y cha cha chá
Por: Juan Aarón CHONG HONG
Sonidos imaginarios de trompetas, bajos, maracas, timbales o
bongó, atriles, partituras, violines y chelos se entrelazan en esos cientos de
recuerdos que atesora en la memoria el Maestro Don Manuel Baeza Baeza.
78 años de vidas, 70 inmersos en la música, el Maestro
Baeza, nacido en Champotón un 26 de mayo del año de 1926, esposo de Rosaura
Ramírez Pacheco, padre de familia con un total de 12 hijos: Laura, Mireya, Ana
María, Concepción, Josefa, Olga Lidia, Carmita, Manuel, Jorge, Carlos, Freddy y
Juan Ramón, sigue siendo hoy día uno de los más reconocidos y destacados músicos
champotoneros.
Su vida por esta bella arte, se remonta a la edad de los
ocho años cuando llevado de la mano de
su tío Ramón Baeza, acude a tomar clases de Solfeo con el Maestro Don Virgilio
Barrera, dos años de solfeo, dos años de conocer los nombres de las notas y
valores de las mismas, “El Solfeo es la base de la música” asienta Don Manuel
Baeza.
Cuatro años de trompeta, también con el Maestro Virgilio
Barrera, siguen siendo parte de la formación musical.
“Con 14 años de edad y a invitación de José Cardeñas, paso a
formar parte del Grupo: “Los Buchos”,
éramos cinco o seis los integrantes, Trompetas, Saxofón, Batería y Bajo. Dos
años permanecí en este grupo.
Ya cumplidos los 16 y por iniciativa propia formo un grupo
al cual nombré “Yumuri”, no me preguntes que significa porqué lo llamé así, hasta la fecha ni yo lo
sé, simplemente se me ocurrió, lo que si te puedo comentar con certeza es que
el grupo se conformaba por: Un bajo, dos
guitarras, un instrumento rústico (Marimbol) que era una caja de madera con
flejes de acero, teníamos también Maracas y bonaces.
Fernando Redis en la guitarra, Candelario Ancona (Jurujo),
Higinio Zárate “Cuquito”, son algunos que recuerdo que formaban parte del grupo
nos comenta Don Manuel.
Los recuerdos no quieren fluir tan rápido como el Maestro
Manuel Baeza quisiera, es más, hay algunos o muchos que a pesar de la intención
no vienen a la cabeza, aun así, con
fluidez o no, las ideas son en verdad placenteras, el rostro cansado así lo
refleja, se retoma la charla, en ocasiones
la entrada de un potencial cliente al negocio de uno de sus hijos –donde
nos encontramos entrevistando- hace
obligada la pausa, salvado el “obstáculo” las palabras estallan: “Dos o tres
años con Yumuri, 20 años quizá de edad a cuestas, la inquietud musical me
“obliga” a formar una pequeña Orquesta
“El Canadá Dry”-suelta orgulloso Don Manuel- tres saxofones, dos
trompetas, un tambor, batería, bajo, piano, Joaquín Cardeñas, José Cardeñas,
Ernesto Brito, Domingo Cardeñas, Román Manrique, Juan Campos (de Campeche no el de Champotón), Augusto
Chávez, Elsa Calderón (pianista), enumera Don Manuel Baeza, “ellos fueron
algunos de los integrantes de la orquesta, ¡actuamos en diferentes sitios,
Ciudad del Carmen, Campeche, por supuesto también en Champotón.
El Champotón Club, Cultura y Progreso, “bailes de etiqueta,
elegantes trajes, se seguían normas. El Casino del Pueblo y su pista de baile,
boleros, pasos dobles, cha cha cha y hasta música “americana” de Glen Miller,
inundaban el ambiente, ¡Vaya que si era bailes!
Por un momento el semblante del Maestro Baeza se descompone,
pensamos en nuestro adentro, es producto de la nostalgia, en efecto, no
erramos, mejor dicho, no por completo. Un poco por la nostalgia y otro por un
recuerdo algo doloroso, Don Manuel baja el tono de su voz y menciona “La Orquesta Canadá Dry se
desintegra porque un Presidente Municipal…” hace una pausa, calla, pretende
sacar la razón pero mejor opta, quizás para él, por lo más sensato, se limita a
expresar: “La verdad no recuerdo bien las causas”, nos damos cuenta de
inmediato que el recuerdo si lo tiene bien claro pero su condición de hombre y
buenas costumbres le impide hacer “leña del árbol caído”, se respeta la actitud y no se insiste en saber los
motivos.
Recuperado de ese mal recuerdo, que en honor a la verdad fue
solo cuestión de escasos segundos, Don Manuel retoma “La Batuta” y nos sigue
ilustrando: “Desintegrada la orquesta se me invita por Joaquín Peraza para
integrarme como Primer Trompeta a los Piratas del Ritmo, ahí, también en la
ciudad de Campeche formo parte de la Orquesta Campeche siempre como primer
Trompeta”
Ya los 25 años de edad me integro en ese entonces a la más
famosa Orquesta de Campeche “La orquesta Náutico” de Rafael Martínez, continúo
mi trayectoria en la orquesta de Humberto Barbosa.
Un tanto inquieto formo la Orquesta “Capri”, ahora sí ¡Toda
una Orquesta!: 14 elementos, cuatro saxofones, dos trombones, tres trompetas,
un piano, un bajo, batería y cantante”
En este punto Do Manuel hace un pequeño paréntesis y dice
“El cantante de la Orquesta Capri era Abelardo Carrillo Zavala (muchos años
después Gobernador del Estado de Campeche), también tenía otra cantante ella de
nombre Aurora del Río, 10 años estuvimos juntos en la orquesta. Esta se
desintegra por problemas con un Presidente Municipal, Don Manuel nos dice el
nombre pero un servidor opta por omitirlo.
Los recuerdos siguen agolpándose en la mente y Don Manuel
añade que con todo y los obstáculos insistió en seguir con la música y que una
vez que la orquesta Capri se desintegra se da a la tarea de incursionar con el
Grupo Tropical Bahía, ya en el género de Sonora, tres o cuatro años en el grupo
y es invitado por Romeo Cardeñas para
formar parte del Grupo Los Íntimos. En ese periodo pasa a prestar sus servicios
como Maestro de Música en la Escuela Secundaria Técnica, institución donde
además de impartir sus conocimientos musicales forma la Estudiantina con 16
elementos y, donde con ella lograra enormes satisfacciones.
Un tanto como anécdota
el Maestro Baeza, medio en risa y medio en serio, suelta un “Todas las tardes practicábamos con la
Estudiantina, una tarde llegamos a la escuela y nos topamos con la nada agradable sorpresa de que nos
habían robado todos los instrumentos”
-Por un instante el remordimiento hizo presa de quien esto
escribe y a punto estuve de decirle que quizás un servidor formó parte de ese
hecho, quizá sí, quizás no, lo cierto es que un servidor en sus pasos por sus
estudios de secundaria(el mismo plantel donde dio clase el Maestro Baeza) y por
cuestiones propias de los jóvenes, mejor dicho a duras penas adolescentes,
tuvimos la “graciosa idea” de “birlarnos” dos que tres guitarras del salón de
música, aclaro que todo simplemente por cuestiones de adolescentes, en fin,
pudo ser o no, de cualquiera manera, Mea Culpa.
Con 20 años como Maestro en la Secundaria, llega su
jubilación y ya en pleno “relax” Don
Manuel Baeza recibe invitación del Gobierno del Estado para que se haga cargo
de formar una escuela de música en Champotón, acepta el reto y en poco tiempo
con el apoyo de un buen grupo de conocedores de la música del puerto integran
la escuela y poco después dan paso a la formación de la Orquesta Sinfónica
Juvenil”. Para tales efectos toma cursos en Dirección de Orquesta por cuatro años en la Escuela de
Bellas Artes que se extiende por 10.
En toda esta vida el Maestro Manuel Baeza, seguro de sí
mismo asienta que la música le ha dado
muchas satisfacciones, más que dinero. “he convivido con políticos, con no
políticos, ricos o pobres, feos o guapos, la música me ha permitido conocer a mucha gente, muchos amigos, la
música es mi vida y yo pretendo seguir formando parte de ella.
El Maestro Baeza desde su punto de vista y dirigidos a
nuevas generaciones afirma que quizá en forma efectiva para muchos el “músico
nace no se hace”, tal vez haya razón,
sin embargo como en toda actividad lo que se requiere es constancia, se podrá
contar con muchas aptitudes pero de muy poco servirán si estas no se pulen y ello únicamente se
puede lograr mediante un trabajo constante, de otra forma no se puede.
Han pasado los años, muchos años, pero los recuerdos de ese
Champotón con sus Orquestas Canadá Dry, Capri, Yumuri, las clases de solfeo, el
Champotón Club, el Cultura y Progreso, los bailes elegantes, su Casino del Pueblo,
los boleros, danzones, pasos dobles y cha cha cha, persisten en la memoria. El
Maestro Don Manuel Baeza Baeza, es y forma parte de esta historia champotonera.
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